La futura Presidenta coloca las primeras piezas en el tablero de su gobierno. Su gabinete empieza a tomar forma con cuadros experimentados que conocen los asuntos que atenderán. El absurdo criterio de la lealtad por encima de la capacidad parece estar lejos de la lógica de la nueva Presidencia. A juzgar por los primeros nombramientos, podría decirse que quienes acompañarán a la presidenta Sheinbaum tienen una trayectoria propia y experiencia en la administración. Faltan muchos nombres, pero es innegable que los primeros reclutamientos (salvo el de la consejera jurídica) fueron bien recibidos. Incluso los críticos advierten en estos anuncios una señal de sensatez: una apuesta por la experiencia y el diálogo, un gesto de moderación que resulta alentador.
Estudió Derecho en la UNAM y Ciencia Política en la Universidad de Columbia. Es profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Ha publicado El antiguo régimen y la transición en México y La idiotez de lo perfecto. De sus columnas en la sección cultural de Reforma han aparecido dos cuadernos de Andar y ver.