Hace un par de años me pidieron valorar a una paciente con un deterioro neurológico rápido y progresivo. Se trataba de una mujer de 56 años de edad, de buena salud y que en forma repentina empezó a tener cambios neurológicos. En unas semanas había pasado de estar bien a tener confusión, alteraciones en la memoria, problemas de coordinación y espasmos musculares. Después de varios días sin saber que pasaba fue admitida al hospital, donde los estudios realizados demostraron que se trataba de un trastorno raro llamado enfermedad de Creutzfeldt-Jakob (ECJ).