La realidad no cabe en el relato oficial. Ese es el drama del lopezobradorismo: su épica no corresponde a la circunstancia. Insiste en el cuento de la historia de bronce, ese cuento del pueblo bueno contra las élites podridas, pero lo que marca el presente no tiene nada que ver con esa fábula. Nos mata un microbio que no es un hijo de Salinas de Gortari. Nos amenazan criminales que no cometieron la traición de estudiar fuera de México. Y sin embargo, el Presidente sigue empeñado en fustigar a esos enemigos. El país tiene urgencia de una política pública y recibe sermones. El Estado es amenazado públicamente y el presidente de la República dirige su furia contra los intelectuales que firman un desplegado en su contra.
Estudió Derecho en la UNAM y Ciencia Política en la Universidad de Columbia. Es profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Ha publicado El antiguo régimen y la transición en México y La idiotez de lo perfecto. De sus columnas en la sección cultural de Reforma han aparecido dos cuadernos de Andar y ver.