OPINIÓN

La parálisis económica

Ana Laura Magaloni Kerpel EN REFORMA

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Es una barbaridad imaginar cuántas personas están paralizadas ante la incertidumbre jurídica producto de la pandemia. El maestro de yoga ¿está obligado a pagar la renta del estudio cuando ha tenido que cerrar las puertas para evitar contagios y por lo tanto no ha tenido ingresos? La señora que no recibe el pago de la renta de su local ¿está obligada a pagar la mensualidad del crédito hipotecario que contrajo para comprarlo y que estaba pagando con la renta de dicho local? Las empresas que tienen que reducir sus actividades o cerrar sus puertas ¿cuánto tiempo podrán pagar la nómina de sus empleados sin quebrar? La demora en el pago de una deuda ¿genera o no daños y perjuicios cuando el deudor, por orden gubernamental, tuvo que permanecer en su casa y dejar de trabajar? Lo que está sucediendo en México, y en el resto del mundo, es que el coronavirus ha generado una penumbra de incertidumbre respecto de un sinnúmero de obligaciones contractuales. Hoy, las empresas y las personas no saben, bien a bien, cuánto tienen ni cuánto deben. La cooperación e intercambios entre las empresas que generan valor y producen riqueza están en suspenso. Cuanto más rápido se tomen acciones legales para reducir la altísima incertidumbre jurídica, menos honda y prolongada será la recesión económica en México (y en el mundo).