La presidencia más fuerte de la historia reciente iniciará su gestión como la más maniatada. Desde el lejanísimo año de 1982 ningún presidente había tenido el porcentaje de votos que recibió Claudia Sheinbaum en junio. Ninguno había tenido el respaldo legislativo como el que tendrá ella al tomar posesión. Su alianza no solamente conserva la capacidad para legislar, sino que, como se demostró hace unos días, tiene la fuerza para cambiar la Constitución. Más aún, la coalición gobernante se ha abierto el espacio para violar la Constitución sin consecuencias. Es por eso que el régimen que se ha inaugurado merece el nombre de autocracia.
Estudió Derecho en la UNAM y Ciencia Política en la Universidad de Columbia. Es profesor de la Escuela de Gobierno del Tecnológico de Monterrey. Ha publicado El antiguo régimen y la transición en México y La idiotez de lo perfecto. De sus columnas en la sección cultural de Reforma han aparecido dos cuadernos de Andar y ver.