No solo en el piso, también en los muros del Centro Histórico hay que despegar la goma de mascar. Crédito: Diego Bonilla Flores
La falta de respeto al mobiliario es tal que hasta un bolardo es usado para pegar chicle. Crédito: Diego Bonilla Flores
El chicle también se acumula en las alcantarillas. Crédito: Diego Bonilla Flores
Muy temprano y una vez por semana, Pascual González pasa tres horas en cuclillas en el Zócalo de la Ciudad de México, quitando de 50 a 100 chicles que tiran transeúntes... lo mismo locales que turistas.
Lo zafamos con golpes y, para quitar la mancha que dejan, lijamos el cemento. Todos hacemos lo mismo y hay gente que, cuando nos ve, nos toma fotos porque se sorprenden".