En primaria había niños que jugaban a estirar liga hasta que tronara y lastimara a uno de los chavos. Juego divertido con pequeñas consecuencias. Divertía a los espectadores. Pero, mientras más grande y gruesa la liga, mayor dolor. Hoy Claudia juega con dos grandes ligas. Una la tensa López, la otra EUA/Canadá/ Empresarios/Financieros. Pero La Electa está jugando en las grandes ligas, las consecuencias son muy distintas. Al tronar no sería ligero toquecito y "sana, sana, colita de rana", sino la destrucción de valor masiva y posible violencia.
Juan Enríquez Cabot es autor de diversos libros sobre tecnología y académico ocasional.