OPINIÓN

La isla flotante

Antonio Lazcano Araujo EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

Icono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redesIcono para compartir en redes
Imposible prescindir del sarcasmo y del humor corrosivo, sobre todo si van dirigidos contra quienes detentan el poder, contra quienes nos critican y, muy ocasionalmente, contra uno mismo. Eso lo entendió muy bien Jonathan Swift cuando publicó en 1726 Los viajes de Gulliver. Aunque el libro ha llegado hasta nuestros días transformado en un relato infantil, hace unos doce años Gregory Lynall demostró en su libro Swift and Science que es una sátira despiadada en contra de la Royal Society, cuya fundación en 1660 es un reflejo de los cambios radicales que marcaron el nacimiento de la ciencia moderna.