México se encuentra en su tercer repunte de Covid-19, desde que ocurrió el primer caso hace ya 15 meses. La primera ola se caracterizó por hacer menos a una epidemia que en otros lugares del mundo afectaba brutalmente y minimizar el problema. La excusa fue no conocer el comportamiento de una enfermedad nueva, pensar que el calor ayudaría a evitar la propagación del virus, el realizar modelos de vigilancia epidemiológica sin un conocimiento profundo ante lo que nos enfrentábamos, pensar que la economía y la diversión eran prioridad ante la salud y realizar entonces eventos masivos con casos ya registrados en el país.