Se está configurando un escenario muy comprometedor para la Suprema Corte. Primero, porque pronto tendrá que pronunciarse sobre la constitucionalidad de la consulta popular que ha propuesto el Presidente para llevar a juicio a los cinco exmandatarios que lo precedieron. Segundo, porque la iniciativa de reforma judicial elaborada por el ministro presidente, Arturo Zaldívar, y que en principio hizo suya el gobierno de López Obrador, tiene que pasar ahora por la aduana del Congreso, donde puede aprobarse sin modificaciones o terminar convertida en un Frankenstein legislativo. Y tercero, porque casi todas las nuevas leyes que se han promulgado bajo este gobierno están siendo impugnadas a través de amparos, acciones de inconstitucionalidad o controversias constitucionales que la Corte, tarde o temprano, tendrá que resolver. Vienen largos meses de tensión, disputas y presiones. La independencia de la Corte y el liderazgo del ministro presidente se van a poner muy a prueba.
Carlos Bravo Regidor (Ciudad de México, 1977). Estudió Relaciones Internacionales en El Colegio de México e Historia en la Universidad de Chicago. Es profesor-investigador asociado en el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), donde además dirige el Programa de Periodismo.