La gran Joséphine
Guadalupe Loaeza EN REFORMA
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"Francia me permitió ser quien soy; estoy dispuesta a dar mi vida por Francia". Ahora su país por adopción le abre las puertas de par en par del Panteón, a la gran Joséphine Baker (1906-75), de este modo se convertirá en la sexta mujer del selectísimo grupo de 80 personas enterradas en mausoleo destinado a "grandes hombres". Además, será la primera mujer negra en el monumento parisino. Emmanuel Macron fue muy explícito al escribir un tuit el 23 de agosto: "llevó alto el lema de la República Francesa, libertad, igualdad y fraternidad". Hay que decir que Joséphine Baker fue la primera gran artista negra, en la década de los veinte y los treinta, de gran éxito internacional, reconocida por su participación en la resistencia francesa a la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial, pero sobre todo, gran luchadora contra el racismo y "en todos los combates que unen a los ciudadanos de buena voluntad en Francia y en el mundo" de allí que fuera condecorada con la Cruz de Guerra, la de Lorena y la Legión de Honor.
Descubrió quién es gracias a la escritura y al periodismo. Ha publicado 43 libros. Se considera de izquierda aunque muchos la crean "niña bien". Cuando muera quiere que la vistan con un huipil y le pongan su medalla de la Legión de Honor; que la mitad de sus cenizas quede en el Sena y la otra mitad, en el cementerio de Jamiltepec, Oaxaca, donde descansan sus antepasados. Sus verdaderos afectos son su marido, sus hijos, sus nietos, sus amigos y sus lectores