A consecuencia de la epidemia y de la guerra entre Rusia y Ucrania, empezó a gestarse en el mundo un proceso en contra de la globalización económica, denominado Fragmentación por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Preocupados los países por su seguridad nacional y por asegurar la cadena de suministros se vieron obligados a estrechar las relaciones comerciales al interior de algunos bloques.