Me cuesta trabajo encontrar la "X" en la pantalla principal de mi dispositivo móvil. Jamás imaginé que fuera a resultarme tan complicado asimilar que aquel tierno y amigable pajarillo azul dejaría de existir de un día a otro para darle paso a la vigésima quinta letra consonante del alfabeto español que lleva por nombre equis. Desconozco las razones de Elon Musk para dar ese paso pero reconozco que fue valiente y atrevido.