En la Ciudad de México es y sigue siendo muy difícil hacer que la gente deje de trasladarse en transportes públicos para ir a trabajar y que los vendedores ambulantes dejen de llegar a las calles, porque, como lo dijo Andrés Manuel López Obrador, para mucha gente, quedarse en casa significa no comer. Es un hecho innegable y es lo que debemos de mirar de frente hoy: nuestras ciudades metropolitanas concentran en muy pocas zonas centrales la producción de riqueza y las viviendas se concentran a la periferia donde no hay empleo con remuneraciones suficientes.