¿Debemos dedicar el espacio público al debate sobre la preponderancia? No. Deberíamos estar reflexionando sobre la regulación digital que viene. El silogismo es fácil. La casi declarada guerra Estados Unidos vs. China se debate en el territorio tecnológico. Estados Unidos quiere ser el líder y dominar las cadenas de valor de los nuevos negocios del ecosistema 5G. Para tenerla, necesitamos 10 veces más infraestructura e inversión, desplegar cientos de miles de kilómetros de fibra óptica. El tráfico de datos superará cualquier récord histórico, y entre cada 3 y 6 meses se superará la capacidad de gestión del mismo. Si no conectamos a los desconectados, la autoría intelectual de la marginación digital será del Estado, y si no se generan los estímulos para el despliegue de infraestructura, no habrá 5G. Necesitamos una nueva generación de regulación y política pública sustentada en estímulos a la inversión. Las empresas necesitan ingresos y márgenes más altos para invertir.