Son dantescas las imágenes y deleznables los hechos. Un infierno. Seguimos sin aprender y peor aún, no tenemos la menor disposición de entender que como sociedad vamos por el camino incorrecto. Fuimos testigos (otra vez) de severas olas de violencia dentro y fuera de nuestros estadios. ¿Y? ¿Qué va a pasar? ¿A través de comunicados y llamados en pro de la paz vamos a terminar con la insensatez, la brutalidad y la estupidez humana?