Poco tiempo después de haber llegado a Londres en 1653, Heinrich Oldenburg decidió cambiar su nombre, abandonar sus tareas diplomáticas y quedarse a vivir en Inglaterra. Era un hombre inteligente y culto, y al ser designado secretario de la Royal Society, impulsó de inmediato la creación de las Philosophical Transactions of the Royal Society. El primer número apareció el 6 de marzo de 1665, y representa para muchos el origen de las revistas científicas. La correspondencia de Oldenburg con un grupo deslumbrante de naturalistas y pensadores que incluía a Newton, Hooke, Boyle, Spinoza, Fermat, Malpighi, Leibniz, van Leeuwenhoek, Huygens y Milton, muestra que poseía un tacto exquisito que le ayudó como editor y le permitió mediar, en más de una ocasión, en las disputas que el irascible Isaac Newton tuvo con Hooke, Leibniz y muchos más.