La amistad

Hoy quiero escribir sobre la amistad. La verdadera, la desinteresada, la que está allí cuando más se necesita, pero sobre todo la que no tiene que ver con el dinero, ni con el poder, ni mucho menos con el interés. Tengo la fortuna de contar con amigos y amigas: con y sin dinero, importantes y no tanto. "Siempre hazte amiga de ricas porque traen buena suerte", solía decir doña Lola. No necesariamente. Tengo amigas igual de pobretonas que yo, y cuando nos vemos me siento muy afortunada, pero no estoy pensando en sus cuentas bancarias, ni mucho menos en su patrimonio. Claro que, si a alguna la vida la ha beneficiado económicamente y por añadidura es muy generosa y me invita a pasar unos días en su casa de campo, entonces me considero doblemente agradecida de haberla conocido. Si yo estuviera en sus mismas circunstancias, feliz de la vida haría lo mismo, sin esperar nada a cambio. En cuanto a la amistad, una cosa muy importante, y que creo que es un buen consejo para conservarla mucho tiempo, es no pedir dinero prestado, prefiero venderles a mis amigos y amigas antigüedades, pinturas de artistas mexicanos o una que otra joyita, que estar en deuda con ellos económicamente. En estas fechas que nos invitan a la reflexión, pienso que la amistad es independiente del dinero, pero sobre todo de las influencias y del status social.