¿El aeropuerto Felipe Ángeles es más nuevo y funciona mejor que el aeropuerto de la Ciudad de México? Por supuesto que sí. Pero eso es irrelevante. Después de invertir en él 116 mil millones de pesos, sin incluir aquí buena parte de la infraestructura para conectarlo, debe funcionar mejor que una carcacha desvencijada y abandonada. La cuestión relevante no es ni siquiera por qué ni así se usa, sino cómo estaría el sistema aeroportuario de la Ciudad de México si no se hubiera cancelado el NAIM en Texcoco. Si todo el poder de AMLO se hubiera utilizado para concluirlo, con luchadores en los baños o cualquier otro deseo arquitectónico, hoy tendríamos una mucho mejor conectividad aérea en el valle de México, con una muy importante derrama económica.
Carlos Elizondo Mayer-Serra, politólogo (Oxford) e internacionalista (El Colegio de México), se ha dedicado a investigar la tensión que existe entre lograr gobernarnos democráticamente y crecer económicamente. Su más reciente libro, Los de adelante corren mucho: Desigualdad, privilegios y democracia, discute esta tensión para el caso del continente americano. Es profesor de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey.