Juan y Marek
Guadalupe Loaeza EN REFORMA
"Cuando yo conocí a Juan en 1972 en París, a donde él llegaba de Roma después de una estancia de ocho años, en esa época Juan iba diario a un taller para trabajar en las cinco litografías que le había encargado Olivetti; el 'atelier', en el famoso antiguo barrio Le Marais. Entonces Juan vivía en un hotel detrás de La Madeleine, donde lo iban a visitar muchos turistas mexicanos y amigos, entre ellos Sergio Pitol, que era agregado cultural de la embajada de México en París, siendo embajador Carlos Fuentes. Un día, Sergio y yo fuimos a l'atelier, en donde me presentó. Me di cuenta que él estaba tan confundido como yo, ambos no sabíamos qué rumbo dar a nuestras vidas. Empezamos a vernos para platicar sobre nuestras vidas y nuestro respectivo país. Yo le platicaba de la Polonia de la posguerra, de la tristeza del país bajo un régimen comunista, de mi amor a la música y de mi profesión como cantante y bailarín del grupo Mazowsze, era un grupo folklórico de danzas y canciones de diferentes regiones de Polonia. También la música mexicana me interesó mucho. Solíamos escuchar en la casa de Pitol los discos de Chavela Vargas y de los tríos".
Descubrió quién es gracias a la escritura y al periodismo. Ha publicado 43 libros. Se considera de izquierda aunque muchos la crean "niña bien". Cuando muera quiere que la vistan con un huipil y le pongan su medalla de la Legión de Honor; que la mitad de sus cenizas quede en el Sena y la otra mitad, en el cementerio de Jamiltepec, Oaxaca, donde descansan sus antepasados. Sus verdaderos afectos son su marido, sus hijos, sus nietos, sus amigos y sus lectores