OPINIÓN

Invitar a los leones

Juan Villoro EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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A veces la magia deriva de los colores. Para el Necaxa y el Athletic de Bilbao, la pasión se viste de rojo y blanco. Todo empezó en un tiempo inverosímil en que el dinero no importaba. Los futbolistas llegaban al campo con el uniforme recién lavado por sus madres. La condición física era entonces asunto de carácter; algunos se entrenaban bailando hasta la madrugada y encendían el último cigarrillo en el vestidor. Los espectadores usaban corbata y los estadios carecían de luz eléctrica.