Cuando carece de argumentos para refutar algún suceso que lo contraría, como el éxito de la Marea Rosa, el Tlatoani rumbo a la salida recurre al INSULTO. No puede evitarlo, son tan grandes, profundos y arraigados sus resentimientos, sus complejos, que a falta de razones recurre a la descalificación vía el epíteto.