No es un presagio ni tampoco un mal deseo: simplemente es un diagnóstico del termómetro financiero: la situación de Petróleos Mexicanos es INSOSTENIBLE. No podrá, por más que quiera, la Presidenta Electa (a quien por cierto aún no certifican su elección) continuar en su sexenio con el PEMEX que le hereda el Mesías Macuspeño.