CIENCIA

Infunde esperanza en niños

Diana Saavedra

Cd. de México (27 abril 2016) .-12:46 hrs

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"Cada persona y sus acciones impactan al mundo, siempre tenemos opciones y lo podemos hacer todos los días". Este es el mensaje que la primatóloga Jane Goodall dejó a los niños y jóvenes de todo el mundo.

Durante sus primeros trabajos con las comunidades alrededor del Parque Nacional Gombe Stream, en Tanzania, Jane Goodall notó que muchos niños y jóvenes estaban desilusionados y descorazonados, por lo que decidió hacer algo por ellos.

"Llegaba un momento en que muchos de esos jóvenes se iban a dar por vencidos", narró en conferencia de prensa la reconocida primatóloga.

Fue entonces que decidió dar inicio al programa Roots and Shoots donde se busca que los jóvenes trabajen por su comunidad y sepan que existe una opción para hacer algo por el planeta.

La investigadora reconoce que el problema es generalizado en el mundo pues los problemas de pobreza y las malas condiciones de vida en las poblaciones humildes hace que éstas tomen sin control los recursos naturales que hay a su alrededor.

Actualmente el programa tiene sedes en 140 países del mundo y a él acceden niños desde preescolar hasta Universidad y, en muchos de los casos, una vez que estos inician un proyecto, suelen regresar a sus localidades para enseñar a otros el camino, en un círculo virtuoso que llena a la Mensajera de la paz de Naciones Unidas de esperanza.

Esta es sólo parte de las labores realizadas actualmente por Jane en pro de la naturaleza, pues a raíz de su trabajo, también ha ayudado a la protección de zonas verdes y corredores naturales en África, nación donde realizó su carrera científica.

Como ejemplo de ello, Goodall narró que el Parque Nacional de Gombe tiene un área de 52 kilómetros de área protegida y, antaño, era un corredor natural entre diferentes especies animales.

Sin embargo, en la década de los 90 ella tuvo la oportunidad de realizar un viaje aéreo en la zona y se dio cuenta de que el Parque era el único punto verde que quedaba en la región, y a su alrededor había cada vez más personas.

Ante la necesidad, añadió, muchos de ellos suelen atrapar a los chimpancés para comerlos, o bien separan a las crías de sus madres para venderlos, por lo que la Fundación Jane Goodall formó un programa de adopción de chimpancés huérfanos para ayudarlos a salir adelante.

Varios de ellos han sido reubicados en algún área protegida y se han integrado a comunidades de chimpancés silvestres.