La renuncia del ex secretario de Hacienda Carlos Urzúa marca el estado fallido del gobierno en manos de un Presidente que quiere monopolizar el poder y que no admite diferencias de fondo. Se habla de las libertades de expresión y de opinión, que el Presidente dice que son necesarias, pero no se ven en la práctica. Es triste y revelador que en su carta de renuncia Urzúa mencione su desacuerdo en el uso de medidas extremistas en la política económica y que también se refiera a la poca libertad en el cargo que desempeñó. ¿Qué rumbo tomarán los manejos de la hacienda pública?