Cuenta la leyenda que el tequila se descubrió durante una tormenta eléctrica, cuando un rayo cayó sobre un sembradío de agaves. Esto originó un incendio y los vapores calentaron las bolas de agave, ocasionando que de ellas emergiera una miel de sabor dulce, la cual los nativos descubrieron que al fermentarse tenía poderes relajantes y efectos de euforia.