Solía decirse que la solidez de México como país, cuando se nos consideraba una economía pujante (¿alguien se acuerda del "milagro mexicano"?), estaba anclada en la existencia de DOS instituciones IMPOLUTAS, cuya verticalidad y seriedad estaba más allá de toda duda: la Iglesia y el Ejército mexicano. ¿Seguirá siendo esto cierto hoy?