CULTURA
Identidad sin etiquetas
Jorge Ricardo
Cd. de México (04 julio 2015) .-00:00 hrs
Una leyenda istmeña dice que San Vicente Ferrer fue enviado a repartir muxes por el mundo. Al pasar por Juchitán, el costal se rompió y los muxes escaparon, y por eso abundan por todo el Istmo de Tehuantepec.
Raúl Arriaga Ortiz, coordinador del Centro de Estudios Antropológicos de Género, Sexualidad y Etnicidad de la ENAH, repite esa leyenda, seguida de una definición: "Un muxe es una persona que nació con el sexo de un varón, pero que no actúa con identidad masculina. Un muxe es lo que nosotros podríamos considerar como gay o transexual, pero en una comunidad indígena".
A esto falta agregar la reivindicación de una cultura indígena zapoteca, la vestimenta, las fiestas patronales, el amor de la familia, que da por hecho que un muxe no se casa ni se va de la casa y cuidará de los padres y abuelos.
Cada año, cerca de mayo, San Vicente, patrono de Juchitán, tiene su Vela, una fiesta nocturna donde se bebe, come y baila y que por la migración ha llegado a la Ciudad de México. Hoy a las 17:00 horas se realizará la Tercera Vela Muxe en el Salón Ícaro (Amado Nervo 53, Col. Agricultura), organizada por la asociación civil Vida Digna, Ciudadanía y Derechos Humanos.
"Es una manera de sensibilizarnos de que existen otras posibilidades en las cuales se pueden combinar el sexo y el género", dice Arriaga, coautor del libro Género, sexualidad y etnicidad, quien recibirá un reconocimiento por sus aportaciones académicas.
Felicia Garza, una mujer transgénero, será coronada también como la reina del evento. Con 1.80 metros de estatura y nacida en Texas, Felicia fue Felipe Gil y es cantautora. Arriaga asegura que se reconoce su activismo.
"Yo creo que el amor no tiene sexo. Yo desdeño la idea del movimiento lésbico, gay, bisexual, transexual, etcétera, porque son etiquetas que sólo sirven para crear una mayor intolerancia. Así que yo, clínicamente, puedo decir soy una mujer transgénero, pero desde el punto de vista cultural y político, soy un ser humano y punto", señala Felicia Garza, coronada aquí, después de su participación en una Vela juchiteca.
"Será la posibilidad de ver cómo una comunidad migra a la ciudad y luego se unifica", expone Arriaga. "Será como recordar que, antes de la conquista, desde los griegos, uno puede ser otra cosa que un hombre o que una mujer", añade Felicia.
Raúl Arriaga Ortiz, coordinador del Centro de Estudios Antropológicos de Género, Sexualidad y Etnicidad de la ENAH, repite esa leyenda, seguida de una definición: "Un muxe es una persona que nació con el sexo de un varón, pero que no actúa con identidad masculina. Un muxe es lo que nosotros podríamos considerar como gay o transexual, pero en una comunidad indígena".
A esto falta agregar la reivindicación de una cultura indígena zapoteca, la vestimenta, las fiestas patronales, el amor de la familia, que da por hecho que un muxe no se casa ni se va de la casa y cuidará de los padres y abuelos.
Cada año, cerca de mayo, San Vicente, patrono de Juchitán, tiene su Vela, una fiesta nocturna donde se bebe, come y baila y que por la migración ha llegado a la Ciudad de México. Hoy a las 17:00 horas se realizará la Tercera Vela Muxe en el Salón Ícaro (Amado Nervo 53, Col. Agricultura), organizada por la asociación civil Vida Digna, Ciudadanía y Derechos Humanos.
"Es una manera de sensibilizarnos de que existen otras posibilidades en las cuales se pueden combinar el sexo y el género", dice Arriaga, coautor del libro Género, sexualidad y etnicidad, quien recibirá un reconocimiento por sus aportaciones académicas.
Felicia Garza, una mujer transgénero, será coronada también como la reina del evento. Con 1.80 metros de estatura y nacida en Texas, Felicia fue Felipe Gil y es cantautora. Arriaga asegura que se reconoce su activismo.
"Yo creo que el amor no tiene sexo. Yo desdeño la idea del movimiento lésbico, gay, bisexual, transexual, etcétera, porque son etiquetas que sólo sirven para crear una mayor intolerancia. Así que yo, clínicamente, puedo decir soy una mujer transgénero, pero desde el punto de vista cultural y político, soy un ser humano y punto", señala Felicia Garza, coronada aquí, después de su participación en una Vela juchiteca.
"Será la posibilidad de ver cómo una comunidad migra a la ciudad y luego se unifica", expone Arriaga. "Será como recordar que, antes de la conquista, desde los griegos, uno puede ser otra cosa que un hombre o que una mujer", añade Felicia.
