OPINIÓN

Historia de un magnicidio (II)

LA OTRA HISTORIA DE MÉXICO / Catón EN REFORMA

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"...Salí, despidiéndome de la Madre Conchita, sin más palabras que las de despedida. Desayuné en un café de chinos en la calle de Guerrero. De allí fui a la farmacia para ver si estaba el Padre, con objeto de darle las gracias y avisarle que ya estaba instalado en el cuarto que me había conseguido. Después me fui a la Avenida Jalisco directamente, llegando como a las diez y media u once. Me senté en una banquita que está como a una cuadra de la casa del señor Obregón, más al oriente y esperé allí a ver si llegaba, si salía, o, en fin, yo ni mucho menos tenía el pensamiento de que ese día iba a ocurrir nada. Que cuando yo estuve en la banca, después de haber consultado mi tiempo de la tarde de ese día, estuve apuntando, como tenía costumbre, en un papelito, los pendientes que iba a despachar.