En la reunión de política monetaria de la semana pasada, el Banco de México volvió a aumentar la tasa de interés de referencia en un cuarto de punto porcentual, para llevarla a 4.50%. Esta acción era ampliamente esperada, aunque fue producto nuevamente de una decisión dividida entre los miembros de la Junta de Gobierno. Además, tal como se había anunciado con anterioridad, el comunicado fue acompañado de la publicación de la nueva trayectoria esperada para la inflación en los próximos ocho trimestres, misma que es más elevada que la anterior y prevé la convergencia hacia el objetivo en fecha posterior a la estimada inicialmente.