En su última reunión de política monetaria, el Fed dispuso el incremento de la tasa de interés de 75 puntos base porque creyó que la inflación elevada puede arraigarse si el público empieza a cuestionar la determinación de dicha institución de ajustar su postura tanto como se requiere. Lo que lo llevó a tal acción fue fundamentalmente el deterioro que observaron las expectativas inflacionarias en mayo, en particular las de los consumidores.