Es lo que hay. No nos volvamos locos. El día que el futbol mexicano tenga una baraja mucho más amplia, con al menos veinte futbolistas en Europa jugando (no formándose o mendigando minutos), ese día, desde la comodidad de nuestro sofá, reclamemos con absoluta severidad al entrenador en turno por no conformar un listado definitivo que en apariencia luzca fuerte, intimidante e invencible.