Los cubrebocas desechables pueden tardar hasta 400 años en descomponerse en la naturaleza si su gestión no es adecuada, advierten expertos. Crédito: Unsplash/Brian Yurasits
Los cubrebocas desechables pueden demorar hasta 400 años en descomponerse en el medio ambiente si no se gestionan de forma adecuada, advierte Proyecto LIBERA.