Hacen tomografía a templo de Kukulkán
Yanireth Israde
Cd. de México (06 agosto 2014) .-00:00 hrs
Geofísicos de la UNAM obtendrán una tomografía eléctrica tridimensional del subsuelo de la Pirámide de Kukulkán, la construcción más imponente de Chichén Itzá, para confirmar si existen túneles o cámaras bajo el templo.
Mediante una serie de electrodos interconectados alrededor de la base del edificio prehispánico, los científicos enviarán al subsuelo corriente y examinarán si ésta encuentra obstáculos que disminuyan el potencial eléctrico o elementos que lo incrementen.
Este fenómeno se conoce como resistividad.
Vestigios prehispánicos, zonas de humedad, cavernas o cualquier anomalía de interés arqueológico pueden identificarse con la denominada Tomografía de Resistividad Eléctrica Tridimensional, técnica desarrollada por la UNAM, pionera en América Latina.
Un foco ilustra eficazmente cómo funciona la resistividad, expone René Chávez Segura, investigador del Instituto de Geofísica, al frente del equipo de ocho expertos que estudiarán, en octubre próximo, la Pirámide de Kukulkán, conocida también como El Castillo.
"Cuando prendes el interruptor mandas una corriente que llega al foco y éste se enciende: entre más luminosidad tiene el foco, menor es su resistencia".
La tomografía de resistividad eléctrica tridimensional genera un mapa del subsuelo en tercera dimensión iluminado con diferentes colores para distinguir zonas de alta, mediana o baja resistividad.
La técnica probó su utilidad en 2009 en la Catedral de Morelia, donde fue posible identificar cavidades asociadas a túneles coloniales en el subsuelo.
Según los relatos de la tradición oral, los túneles almacenaban provisiones para los españoles en caso de que una rebelión indígena los asediara.
En 2012, los especialistas rodearon de electrodos la pirámide principal de la zona arqueológica de Pahñú, en el Estado de Hidalgo, para definir zonas de inestabilidad en el subsuelo, principalmente en la parte norte del edificio, en riesgo de caer por el tipo de suelo donde fue edificada.
En la Pirámide de Kukulkán, un grupo de científicos de la UNAM y de universidades de Estados Unidos encontraron, en 1997, indicios que indicarían la presencia de una cámara interior bajo el templo a partir de anomalías detectadas por un Radar de Penetración Terrestre (GPR, por sus siglas inglés).
Algunos científicos reconocidos, entre ellos el arqueólogo Eduardo Matos, comentaron que posiblemente debajo de cada pirámide principal pudieran encontrarse cámaras, naturales o artificiales, para ceremonias rituales.
La segunda parte de este estudio en la Pirámide del Castillo, utilizando el método de Tomografía de Resistividad Eléctrica Tridimensional, explorará el interior de la propia pirámide para conocer el proceso constructivo del emblemático monumento.
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