Cuatro años invirtió Kendall Jenner para sacar su propio tequila. Y cuando lo anunció, la pasada primavera, le llovieron toda clase de críticas: desde su aspecto para promocionarlo, pues parecía que imitaba la forma de vestir de campesinas mexicanas, hasta el nombre que había elegido,
818, código de área de Calabasas, la ciudad angelina donde reside el clan Kardashian.