Mientras en Palacio Nacional los CEOs de las empresas más importantes de México y Estados Unidos escuchaban las dulces palabras de la Presidenta, reafirmando que nuestro País es un paraíso para las inversiones y que éstas "están seguras" aquí, en Estados Unidos el candidato Trump afirmaba que de llegar a la Presidencia "NI UN SOLO AUTO" hecho en México entraría a su país.