VIDA

Grasas trans: ricas y peligrosas

Karen López

Monterrey, México (16 julio 2015) .-00:00 hrs

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Aunque en EU ya se lanzó una advertencia para eliminar las grasas trans de los alimentos, en México pasan inadvertidas para muchos. Saber qué son y cómo actúan en tu cuerpo podría marcar la diferencia.

Donas, pastelillos, papas fritas, palomitas de maíz recién salidas del horno de microondas y esa comida crujiente y económica que calma la ansiedad entre comidas....

Todo eso aumenta, en una sola porción, 23 por ciento de posibilidades de padecer algún tipo de enfermedad cardiovascular.

¿Cómo algo tan pequeño puede tener un impacto tan grande?

Escondidas entre etiquetas imprecisas de información nutrimental están las grasas trans, un tipo de ácido graso hidrogenado que da un efecto esponjoso, conserva por más tiempo y hace más económicos los alimentos procesados.

Aunque el mes pasado la Agencia Alimentaria de Estados Unidos (FDA) puso un ultimátum a la industria alimentaria estadounidense para eliminarlas gradualmente de sus productos para el 2018, y se considera que al hacerlo se prevengan 20 mil ataques al corazón y 7 mil muertes cada año en el país vecino, en México el tema aún está pendiente.

Desde el 2013 el Secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Enrique Martínez y Martínez, lo expresó: en el País aún no existe ninguna ley que obligue a las empresas a informar en sus etiquetas si sus productos contienen grasas trans.

Bonitas y baratas

Hace algunas décadas, comer galletas o postres horneados en casa no producía un efecto dañino si no se caía en excesos.

Con la llegada de las grandes industrias, el consumo de alimentos procesados ahora afecta hasta en pequeñas cantidades.

"En México no existe una intención de regular el consumo de estos productos, porque a pesar de que se sabe lo dañinos que son, las etiquetas de información nutrimental no especifican su contenido y también son más baratos", menciona el bariatra Arturo Cavazos.

"Es más caro hacer algo artesanal que algo procesado, por eso las grandes industrias productoras de pastelillos y galletas son muy propensas a estas grasas".

En el estado de California, por ejemplo, los restaurantes tienen prohibido desde el 2008 usar aceites, mantecas y margarinas que contengan grasas trans para freír, y las cadenas de comida rápida han tenido que eliminar su uso.

En América Latina, Argentina es el único país que desde el 2014 prohíbe la venta y producción de alimentos que contengan grasas trans.

A diferencia de las grasas saturadas, presentes en lácteos, carnes y productos de origen animal, que también obstruyen las arterias, el riesgo se considera mayor.

Latido a latido

Al ser sustancias que se hidrogenizan para hacerse más sólidas y dar un aspecto más apetitoso a los alimentos, su presencia en el cuerpo puede llegar a tapar las arterias del corazón y otros órganos vitales, afirma Ramón Limón Rodríguez.

"Afectan al sistema cardiovascular porque aumentan el colesterol malo. La afectación cardiovascular es muy importante en cuanto a costos de salud, está dominando la tasa de mortalidad en los Estados Unidos", dice el cardiólogo.

"Las arterias se tapan con un proceso inflamatorio que llega a ser oclusivo, y no sólo las del corazón, también las del cerebro, y las que dan el flujo sanguíneo a otros órganos vitales".

Al ser los niños y niñas en edad escolar quienes sin pensar devoran este tipo de productos y sin regulaciones que prohíban su consumo, el riesgo aumenta y los padecimientos pueden presentarse prematuramente, menciona Edna Nava, profesora investigadora de la Facultad de Salud Pública y Nutrición de la UANL.

"Lo que preocupa es la cantidad de productos que las contienen y que consumen los niños a diario: las papitas o pastelitos, y los padres lo permiten desde muy temprana edad. Estamos exagerando el consumo y es un riesgo grave.

"Al consumirlas diariamente nuestras células pierden su membrana, en cualquier área del cuerpo que se encuentren, pierden permeabilidad y se deforman, por eso se asocian con enfermedades cardiovasculares e incluso ciertos tipos de cáncer".

De cuidado

En un país donde la obesidad afecta al 73 por ciento de los adultos y al 35 por ciento de niños y adolescentes, las grasas trans deberían ser un problema de salud pública urgente, indica la nutrióloga Edna Nava.

"Aunque en México no todos los alimentos que contienen grasas trans lo especifican en sus etiquetas nutrimentales, es posible saberlo si se revisan sus ingredientes para identificarlas y limitar su consumo", aconseja la profesora investigadora de la Facultad de Salud Pública y Nutrición de la UANL.

"No hay una cultura sobre esos tipos de ácidos".

Incluso, algunas envolturas presumen no tener este tipo de grasas, pero si se va a los ingredientes y aparece el aceite hidrogenado o parcialmente hidrogenado o incluso aceite vegetal, entonces el anuncio es falso y resulta que el producto sí las contiene, aclara la nutrióloga.

"El producto que puede industrializarse usando grasa vegetal procesada o aceite parcialmente hidrogenado nos está diciendo que sí tiene grasa trans, aunque no lo declare en la etiqueta de la información nutrimental", señala.

Aunque la mayoría de las personas sabe que estos productos no son saludables, la conciencia de su efecto permanente en la salud es poca o nula, y el hábito de consumirlos sigue en aumento.

"Estamos preocupados por todo menos por lo que nos metemos a la boca, no sabemos lo que contiene un pastelito, una dona, y hay gente que los come diariamente, y se sorprenden luego cuando tienen un infarto", dice el cardiólogo Ramón Limón Rodríguez.

"El comer donas aumenta el riesgo a 23 por ciento de posibilidades de padecer una enfermedad cardiovascular, pero eso la gente no lo entiende como tal".

Tomar conciencia de que existen, saber qué alimentos las contienen y el daño que causan es el primer paso en la busca de una mejor calidad de vida.

Ojo: están en todos lados
Alimentos más comunes que contienen grasas trans:

- Papas fritas
- Margarina
- Betún comercial
- Pizzas, hamburguesas y papas a la francesa congeladas
- Cereales empaquetados y procesados
- Palomitas de maíz para hacer en horno de microondas
- Aceites para freír hidrolizados
- Cremas para café
- Donas
- Pastelitos, panqués y panadería industrial

¡No te confíes!
Aunque la etiqueta nutrimental diga "0 grasas trans", si en la lista de ingredientes hay aceite hidrogenado, parcialmente hidrogenado o incluso aceite vegetal, el producto sí contiene este tipo de grasas.

Identifícalas
Éstos son los tipos de grasas que puedes encontrar en las etiquetas:

Insaturadas: Líquidas a temperatura ambiente, como el aceite de oliva y canola (monoinsaturadas) o aceite de cártamo y girasol (poliinsaturadas).
* Son las más recomendadas.

Saturadas: Sólidas a temperatura ambiente, están en productos animales, como mantequilla, queso, leche, crema y carnes.
* Son medianamente peligrosas.

Trans: Se forman cuando el aceite vegetal se endurece de forma industrial en un proceso llamado hidrogenación. Están en muchos productos procesados
* Son las más peligrosas para la salud.

Sabor a peligro

México carece de una ley contra las grasas trans, que en EU se pretenden erradicar para el 2018.

23% elevan el riesgo de enfermedades cardiovasculares

20 mil ataques cardiacos al año pretenden evitarse al eliminarlas