OPINIÓN

Gracias a las jóvenes

Jorge Suárez-Vélez EN REFORMA

4 MIN 00 SEG

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Toda elección tiene consecuencias, pero en pocas están en riesgo la democracia y la decencia. Ese es el caso en la elección presidencial que está en curso en Estados Unidos y que culmina el martes. Cuando vemos a Liz Cheney, ex senadora republicana e hija de Dick Cheney, quien fuera vicepresidente de George W. Bush, hacer campaña a favor de Kamala Harris, o a Barbara Bush, su hija mayor, yendo de puerta en puerta en Pensilvania para apoyar a la demócrata, confirmamos que ésta no es una elección de derecha o izquierda, de conservadores o liberales, es una en la que contrincantes ideológicos se unen para cerrarle la puerta al fascismo, que amenaza al país más poderoso del mundo.