Un gobierno de primera parte de ideas buenas, acerca a expertos, discute racionalmente, crea planes de trabajo, ejecuta ingenierilmente y ajusta en el camino. También educa bien, premia al aspiracionismo como palanca de mejora, apoya al empresario para generar riqueza y desarrollo, invierte bien, respeta las leyes, abraza la transparencia, promueve la separación de poderes y la fortaleza de instituciones independientes.