La semana pasada, el Banco de la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) abrió de manera sorpresiva la puerta para que en su próxima reunión el Banco de México pueda reducir su tasa de referencia interna al menos en medio punto porcentual. Sin embargo, los temores y la reciente actuación del banco central mexicano no permiten ser tan concluyente al respecto.