OPINIÓN

Futuros inesperados

Jesús Silva-Herzog Márquez EN REFORMA

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Si la ciencia política ha encontrado en México un académico que la cultiva y la honra como una forma de comprender los usos históricos del poder y los dilemas del presente, si hay alguien que la ha practicado con rigor y sentido de pertinencia, ese académico ha sido Soledad Loaeza. Nadie como ella ha demostrado el valor de esa disciplina. Para explorar los mecanismos de la dominación y el sometimiento, los juegos de la rivalidad y las avenidas del cambio no bastan las impresiones instantáneas. Si todos tenemos opiniones, pocos han labrado sus ideas con la paciencia de la investigación y el esmero de la cátedra. Soledad Loaeza lo ha hecho ejemplarmente durante décadas de una extraordinaria producción intelectual. El Colegio de México lo ha reconocido otorgándole el nombramiento de profesora emérita. Es buena ocasión para escapar del tráfago de lo inmediato, y detenernos un momento para reconocer nuestras deudas.