Nosotros sí les pondremos nombre, pues son ciudadanos ejemplares que con todo el derecho que les otorga nuestra todavía vigente Constitución manifiestan libremente sus ideas y piden para México la PAZ. ¿Qué hay de condenable o malo en pronunciarse por un México de leyes, de paz, de orden, en el que todo ciudadano goce de la seguridad absoluta y protección de nuestras reglas en su persona y sus bienes?