Fructífera aburrición
Eduardo Caccia EN REFORMA
A modo de desahogo un amigo me confiesa su inquietud: su compañera le dice que es un hombre aburrido. No es que él tenga periodos de hastío, es que ella los tiene. Mientras que él puede pasar largas horas leyendo o "viajando" a otros lugares y épocas a través de las historias que consume, ella necesita la emoción del entretenimiento, preferentemente fuera de casa. "No entiendo por qué yo soy aburrido, cuando quien se aburre es ella". De alguna forma, lo que expresa mi amigo es que el aburrimiento radica en la persona que se aburre, no en "la que aburre al otro", si es que existe tal posibilidad.
Nací arqueólogo sin saberlo. Una cueva remota y oscura confirmó mi vocación: lo mío sería desenterrar significados. Veo cosas y escribo y escarbo. Leo para darme cuenta lo poco que sé de todo. Fundador de Mindcode, ayudo a innovar y entender la conducta del consumidor. Hago preguntas para encontrar respuestas y después tengo más preguntas. Lo mío es caminar en la cueva, encontrar la luz y volver adentro. Al final espero un epitafio corto: Signifiqué.