Este año, la Ciudad de México se ha visto sacudida por una serie de feminicidios de alto perfil: el de Abril Pérez, asesinada después de una audiencia de custodia (hijos); el de Ingrid Escamilla, asesinada por su pareja; y el de Fátima, una niña de 7 años cuyo cuerpo fue abandonado en la calle. La CDMX ganó una triste visibilidad en un tema doloroso. A pesar de los grandes avances en materia de igualdad de las mujeres (económica, política, social, etc.), de las campañas de concientización, creación de fiscalías especializadas, y de todas las políticas públicas en la materia, la violencia contra las mujeres en la Ciudad no se ha detenido.