Lo que tenemos hoy, además de un Presidente obsesionado y apanicado por el fenómeno Xóchitl Gálvez, es que la guerrilla colombiana (lo que eran las FARC) ya abrió sucursal en MÉXICO. Están trabajando como empleados de grupos del narco mexicano y ATERRORIZANDO a la población de Jalisco, Guanajuato, Guerrero y otros Estados, sembrando artefactos EXPLOSIVOS para atacar a las POLICÍAS.