Apenas se enteraron por la radio, televisión, redes sociales y llamadas de amigos, las familias de las personas que viajaban en la Línea 12 del Metro se apresuraron a ir al lugar del accidente para saber de sus seres queridos. Se encontraron lo acostumbrado en estos casos: un cerco de policías que impedía el paso y no brindaba ninguna información. Algunos se quedaron en el lugar esperando tener noticias en algún momento y otros decidieron recorrer los hospitales de la zona.