CULTURA
Fallece Helena Paz Garro
Julieta Riveroll
Cd. de México (31 marzo 2014) .-00:00 hrs
Sus padres, Octavio Paz y Elena Garro, dos grandes de la literatura mexicana, murieron con cuatro meses de diferencia en 1998.
Para Helena Paz Garro las coincidencias no cesan. Falleció ayer, a los 74 años, a un día de cumplirse el centenario del nacimiento del Nobel.
Consciente de que la acusaban de adorar a su madre y odiar a su padre, la poeta quiso ponderar la relación que sostuvo con ambos en sus Memorias, publicadas en 2003 y que significaron su primera incursión en la prosa tras los poemarios Criaturas de la Noche (1992), Ónix (1994) y La Rueda de la Fortuna (1997).
Paz Garro, quien desde 1993 vivía en Cuernavaca, fue amante de los gatos y fumadora de cigarrillos mentolados.
Estuvo perseguida por su fama de alcohólica y vividora -"vil calumnia" llegó a decir -, y se prestaba a menudo a la polémica.
Se quejó, por ejemplo, de que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes no brindara atención a su madre consiguiendo que el organismo se hiciera responsable de los gastos médicos de la autora de Los Recuerdos del Porvenir.
Helena acusó en agosto de 1999 a su primo Jesús Garro de robar más de cien manuscritos de su madre, incluyendo novelas, poemas, apuntes y cartas de Octavio Paz. La disputa entre los dos se hizo pública y él aseguró que su prima "mezclaba tranquilizantes con anfetaminas".
Durante el 50 aniversario de Los Recuerdos del Porvenir en el Palacio de Bellas Artes, en julio de 2013, Paz Garro acudió en compañía de su primo, quien ya fungía como su apoderado legal. Hasta el cierre de edición no fue posible localizarlo.
Para Helena Paz Garro las coincidencias no cesan. Falleció ayer, a los 74 años, a un día de cumplirse el centenario del nacimiento del Nobel.
Consciente de que la acusaban de adorar a su madre y odiar a su padre, la poeta quiso ponderar la relación que sostuvo con ambos en sus Memorias, publicadas en 2003 y que significaron su primera incursión en la prosa tras los poemarios Criaturas de la Noche (1992), Ónix (1994) y La Rueda de la Fortuna (1997).
Paz Garro, quien desde 1993 vivía en Cuernavaca, fue amante de los gatos y fumadora de cigarrillos mentolados.
Estuvo perseguida por su fama de alcohólica y vividora -"vil calumnia" llegó a decir -, y se prestaba a menudo a la polémica.
Se quejó, por ejemplo, de que el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes no brindara atención a su madre consiguiendo que el organismo se hiciera responsable de los gastos médicos de la autora de Los Recuerdos del Porvenir.
Helena acusó en agosto de 1999 a su primo Jesús Garro de robar más de cien manuscritos de su madre, incluyendo novelas, poemas, apuntes y cartas de Octavio Paz. La disputa entre los dos se hizo pública y él aseguró que su prima "mezclaba tranquilizantes con anfetaminas".
Durante el 50 aniversario de Los Recuerdos del Porvenir en el Palacio de Bellas Artes, en julio de 2013, Paz Garro acudió en compañía de su primo, quien ya fungía como su apoderado legal. Hasta el cierre de edición no fue posible localizarlo.
