Desde la denuncia de Denise Dresser hace dos semanas por un secuestro virtual, las autoridades federales han respondido presionando literalmente a todo el mundo para eliminar o al menos reducir drásticamente las llamadas extorsivas. Esto ya resulta llamativo porque en 2018 hubo 5.7 millones de extorsiones en el País siendo el delito más frecuente en casi la mitad de las entidades federativas -14 de 32- (INEGI) sin que a nadie se le moviera un pelo en el gobierno. De ese enorme volumen, se calcula que el 91.6% fueron extorsiones telefónicas, y que el 7.1% fue exitosa. A partir de allí, imagine las ganancias: por ejemplo, con 404 mil 700 llamadas exitosas a un promedio de $5,000 pesos cada una, ya tiene 2 mil millones de pesos...