Las democracias requieren de una sociedad civil fuerte y activa que participe en la toma de decisiones. También requieren de contrapesos institucionales. Extinguir 109 fideicomisos enfocados a ciencia, tecnología, cultura y desastres naturales, no es una decisión que responda meramente a una racionalidad económica presupuestal, sino a una política. La misma busca debilitar a la sociedad civil y a los gobiernos subnacionales y así abonar al proyecto de concentración de poder del Presidente.