Fernanda Tamez y Jorge Alanís, alumnos de secundaria del Colegio Madison, son los primeros en investigar durante un año el impacto humano en la población del coatí del Cerro de la Silla. Crédito: Dalia Gutiérrez
Con la asesoría de su maestra de ciencias, la bióloga Ana Hernández, dedicaron más de seis meses a estudiar a estos mamíferos. Crédito: Dalia Gutiérrrez
En sus resultados encontraron que el 32 por ciento de las muestras contenían restos antrópicos, es decir, alimentos o desperdicios que no son parte de la alimentación natural de la especie. Crédito: Dalia Gutiérrez
El coatí de nariz blanca (Nasua narica), también conocido como tejón mexicano, es un mamífero omnívoro. Crédito: Dalia Gutiérrez